Los hermanos Castro Rizo, Flavio, Javier, Martín y José de Jesús son oriundos de los Altos de Jalisco, de extracción humilde, tuvieron una infancia muy complicada llena de carencias. Cuando su padre se los lleva a la Ciudad de México en su adolescencia prometieron que si les iba bien iban a ayudar a los niños.
Con el tiempo se convirtieron en exitosos hombres de negocios en el ramo de los tacos. Sin olvidar sus orígenes y su promesa deciden compartir con los que más lo necesitan su fortuna. Por ello regresan a su tierra dispuestos a ayudar a los chicos sin hogar.
Su sueño fue conseguir al menos 2000 metros para construir una casa donde albergar cómodamente a los niños. Fue en esa búsqueda cuando se toparon con los terrenos de ”Doña Silvia Camarena” y el destino hizo su parte cuando unió para una noble causa estas almas generosas. Doña Silvia no sólo ofreció 2000 metros, sino los 14,000 metros pensando en construir instalaciones deportivas y huertas para el uso propio de la casa hogar y que algún día sea sustentable.
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